miércoles, 11 de abril de 2018

Derrumbando tabúes

Nuevas épocas, nuevas generaciones... todo confluye para que los cambios sean cada vez más agresivos e impactantes en la sociedad que habitamos. Las nuevas tecnologías y el acceso a la información hacen que la velocidad de la vida aumente, permitiendo compartir conocimiento, experiencia, verdades y mentiras a escala global. Es claro que cuando todo es más fácil, se necesitan nuevos retos. Los seres humanos al tener una "razón" que permite disertar en la toma de decisiones trascendentales y no trascendentales, necesitamos retos y enfrentar nuevos objetivos. El factor de cambio debe estar presente en la vida de cada quién, y un manejo de tecnologías y de información como el actual no lo genera.

De ahí que las ramas del poder busquen generar retos interesantes para muchos pero que no representen acciones más allá que desestabilicen el sistema. Hoy en día los retos se enfrascan en videojuegos, compras escalonadas, viajes, lujos y experiencias, dejando un poco atrás el tradicional reto de casa, carro, beca y familia. Sin embargo, surge un interesante interés por el rompimiento de tabúes, lo cual es un pensamiento transgresor pero seguido por muchos.

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Imagen tomada de: https://www.eleinternacional.com/

Los tabúes, de forma conceptual y generalizada, son prohibiciones tácitas. Son esas cosas que no haces porque sabes que no se debe hacer, pero nunca nadie te lo dijo o te lo enseñó. Por eso existen tabúes sociales, culturales, sexuales y una infinidad de categorías que aplican sin saber por qué. Si profundizamos un poco, la religión y las políticas sociales de antaño son creadoras de "principios" y las tradiciones sociales/familiares hacen que estos tabúes hayan permanecido por mucho tiempo.

Como se mencionó, la moda por romper los tabúes está en furor. Ahora la idea es transgredir, irrumpir y ser reconocido por cambiar los pensamientos de una sociedad. Si te tomas una foto con una cruz invertida dentro de una iglesia católica te sentirás "libre", "malo", y "diferente". Para muchos será visto como algo atrevido y que genera interés, como para otros algo irrespetuoso. Esta dinámica de sensaciones definitivamente elevan el ego de cada quién que se le mida.

Viendo esto, ¿dónde está el límite en el respeto o el derrumbe de estos tabúes?, ¿quién puede decir qué es bueno y qué es malo en estos casos? 

En mi opinión, romper tabúes ayudan al desarrollo en todo sentido, cuando son justificadas. en cuestión histórica por ejemplo, un esclavo rebelde logró que se aboliera la esclavitud. En cuestión de sexo humano, la comunidad LGBTI no lograría abrirse al mundo de forma libre si no se rompieran estos tabúes. En muchos sentidos, estas acciones son valiosas y se enmarcan en un gran cambio, por lo cual antes de pensar en ser personas "rebeldes" miremos el por qué debemos serlo. Al final, esto sería superar un poco los retos superfluos que tratamos de superar en estos días, bajo la velocidad a la que estamos viviendo.

Por último, el tema del respeto y el irrespeto va en cada quién. No podemos respetar todo porque cada acción que realicemos va a afectar a alguien o algo en el mundo. Religión y modelos sociales van a sentirse afectados por cualquier acción fuera de sus parámetros establecidos, pero eso ha sucedido siglo tras siglo (o seguiríamos viviendo en cavernas, cazando y viviendo por el día a día). Lo importante es que el objetivo sea colectivo y aporte a una gran cantidad de personas (en términos de tranquilidad, superación o el que se plantee). Los que están en desacuerdo deben practicar la tolerancia, porque no son los únicos que viven en este planeta.
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